
Todo esto ha provocado la reacción del ‘archienemigo’ de Audi, BMW, que ya está trabajando en un rival que le plante cara. Según Autocar, este nuevo superdeportivo, que se conoce con el nombre interno de BMW Z10 ED, se creará desde cero –sin tomar como base ningún modelo de la gama actual de BMW- y servirá de laboratorio experimental de las tecnologías futuras de la marca bávara, que se generalizarán en la próxima década.

Según una fuente interna de BMW, citada por Autocar, ‘la idea es incorporar lo último en tecnología permitiendo un alto nivel de prestaciones sin que el medio ambiente se vea comprometido, como ocurre con otros supercoches en la actualidad’.
Para ello se apostará por un conjunto de gran ligereza. Se pretende que no se superen los 1.400 kg de peso gracias al uso de fibra de carbono y motores de pequeñas dimensiones, aprovechándose del avance en turbocompresores e inyección directa. Se

Además de las tecnologías de ahorro de combustible, que se engloban bajo la denominación Efficient Dynamics, se está valorando la posibilidad de hacer una versión totalmente híbrida.
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